Tratando de analizar la forma en la cual podemos persudir a la gente joven, cuestión que pareciera más complicada de lo que posiblemente es, se nos ocurrió una escena:
Un joven está sentado en un bar con los amigos. Comentan que hace mucho que no se ven, en qué andan sus vidas, las novias, etc. Piden una cerveza y el protagonista comienza a ponerse nervioso. Piden otra más, y el protagonista mira el reloj. Está inquieto, como si estuviera por llegar tarde a algún lugar:
Amigo: Qué pasa Juan, te sentís mal?
Juan: No, no... Ya vengo.
(Juan sale del bar y se prende un cigarrillo. Minutos más tarde vuelve.)
Los amigos no paran de reírse, y cuando Juan pregunta la razón de tanta carcajada nadie le contesta.
Finalmente aparece un texto que dice: "Te perdés los mejores momentos por fumar"